La Cumbre Internacional del Ministerio Infantil fue un evento extraordinario que reunió a 225 educadores apasionados de 20 países diferentes, con boletos de entrada super económicos. Celebrada en línea del 1 al 3 de febrero, la cumbre tuvo como objetivo fomentar la colaboración, compartir las mejores prácticas e inspirar a los participantes a mejorar sus roles como educadores en el ministerio infantil. La cumbre contó con una dinámica programación de talleres, plenarias y discursos de apertura dirigidos por reconocidos expertos en el ministerio infantil y brindó amplias oportunidades de networking para que los asistentes se conectaran con otros, compartieran ideas y construyeran relaciones duraderas. Estas conexiones fomentaron un sentido de comunidad y colaboración entre educadores evangélicos de diferentes partes del mundo.
La hermana Norma nos cuenta poéticamente de su punto de vista…
“¿En qué pensamos cuando hablamos de cumbre? Comenzaría preguntándole a niños. Ellos son auténticos y algunos suelen ser exageradamente descriptivos, no me caben dudas de que me maravillaría con sus respuestas. Seguiría con pintores, dibujantes… En sus trazos más bellos, finamente cuidados, esbozarían majestuosidad, grandeza, altura… ¿Qué impulso tan profundo me lleva a querer interrogarme?
Como si fuera alguien famosísimo que guarda un tesoro, una única pieza, algo a lo que no muchos pueden acceder… No piensen mal, no me estoy jactando ni creyéndome más que otros. Yo quiero contarte sobre La Cumbre 2024, la que yo conocí por dentro y por fuera, donde viví tres días de intensidad, de gozo y servicio.
Porque cuando permitimos que Dios tome el timón de nuestra barca, la vida cambia. Con Dios hay aventuras dignas de ser vividas.
Esta vez me llevó a una Cumbre. Escalarla me parecía imposible, lejano…
Dios me mostró que el único requisito era tener un corazón dispuesto a virar de tal manera que necesite más de ese alimento que instruye, capacita y nos deja con hambre. Que me comprometa.
Tres días de acampe a los pies de una Cumbre gigante. Donde el menú fue sabiamente elegido por diferentes especialistas, guiados por Dios.
Fue como terminar un plato y querer el otro, dormir rápido para ya desayunar… ¡Esa fue mi experiencia! Escuchar un capacitador y no querer que termine su exposición, pero no quería perderme lo por venir… Porque en cada posta de este acampe hubo orden, excelencia, amor, entrega total.
Una perla que hallé: la falta de egoísmo al transmitir sus conocimientos. La atesoro, porque me enseñó muchísimo. Nadie se guardó el ingrediente secreto. Vi sentidamente honrar personas, clamar, avanzar, acompañarse, disfrutar, sorprender, querer más… Si tu pregunta es: ¿Cómo nació esta cumbre? Fue todo inspirado por Dios, puesto en el corazón de personas que tenían la cavidad perfecta y la cuota justa de docilidad y obediencia para llevarlo a cabo.
¿¡Cómo poder describirte en este último párrafo cómo latía mi corazón!?
¡Me siento muy bendecida por estar un poquito cerca de ellos, porque es lo que quiero para mi vida y la tuya también!
Si me preguntaran; ¿Hay COSECHA a los pies de LA CUMBRE?
Ésta sería mi respuesta: ¡SI, AL CIENTO POR UNO!”
Norma Barrionuevo
Guau!!! Gracias hermana Norma por sus palabras, estamos animados y listos para la cosecha contigo! Pues entonces, en conclusión, la cumbre fue un éxito rotundo, fomentó la cooperación global, inspiró la innovación y reafirmó la importancia del ministerio infantil. Gracias Dios por su presencia con nosotros.
¡Listos para la cumbre 2025!