Cuando el entrenamiento no parece lo que esperabas
El entrenamiento de Dios no siempre se parece a lo que imaginamos. A veces esperábamos clases, y llegan pruebas. Soñábamos con un taller, y aparece el desierto. Pero no es un error. Dios entrena a sus hijos como un padre amoroso que ve el potencial más allá de nuestra temporada actual.
Hace algunos años, sentí que Dios me estaba preparando para algo nuevo. Pensé que vendrían oportunidades inmediatas, pero en cambio vinieron silencios. En lugar de plataformas, vinieron desafíos ocultos. No entendía. Pero ahora veo que cada momento de espera, cada oración no respondida, era parte del entrenamiento que necesitaba.
¿Qué significa el entrenamiento espiritual?
El entrenamiento espiritual es el proceso intencional en el que Dios trabaja en nuestro carácter, fe y obediencia para prepararnos para su llamado. No es castigo. Es formación. Es el taller secreto donde el Señor forja corazones firmes, humildes y listos para llevar fruto duradero.
Pablo lo dijo así: “Ejercítate para la piedad” (1 Timoteo 4:7). Es decir, hay esfuerzo, disciplina y repetición, como en cualquier entrenamiento físico. Pero este no es un gimnasio ordinario: es el campo de entrenamiento del Reino.
Cómo identificar que estás en un tiempo de entrenamiento
¿Sientes que estás sembrando más de lo que cosechas? ¿Tu fe está siendo probada una y otra vez? ¿Hay áreas en tu carácter que Dios ha estado confrontando amorosamente? Todo eso son señales de que estás en entrenamiento.
Pero no estás solo. Dios nunca te entrena sin acompañarte. Como explica este taller en video lleno de sabiduría práctica y fundamento bíblico:
Mira este valioso workshop sobre el proceso de formación espiritual:
Es un recurso imprescindible si estás en una temporada donde Dios te está estirando más allá de lo cómodo.
Entrenamiento para servir mejor
Dios no te entrena solo para ti. Lo hace porque quiere tocar a otros a través de ti. Si sientes que Él te está llamando a servir a los más pequeños, hay herramientas que pueden ayudarte.
En Los Niños Cuentan encontrarás inspiración para discipular niños con excelencia y sencillez. Desde ideas prácticas hasta materiales listos para usar, cada recurso puede ser parte del entrenamiento que Dios quiere darte.
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El fruto viene después del entrenamiento
Puede que hoy estés sembrando entre lágrimas, entrenando sin aplausos, caminando en obediencia sin ver resultados. Pero confía: lo que estás viviendo hoy no es tiempo perdido, es entrenamiento eterno. Y el fruto llegará, porque Dios es fiel para completar lo que empezó en ti.
Preguntas frecuentes sobre el entrenamiento espiritual
¿Cómo sé si estoy en un proceso de entrenamiento de Dios?
Si estás atravesando desafíos que estiran tu fe, confrontan tu carácter o te sacan de tu zona de confort, es probable que estés en entrenamiento divino. Busca alinearte con la Palabra, perseverar en oración y rodearte de mentores espirituales.
¿Qué hacer mientras estoy siendo entrenado?
Obedece en lo pequeño, permanece fiel, y aprende. Dios está más interesado en tu formación interna que en tus resultados externos. Aprovecha este tiempo para crecer en humildad, servicio y dependencia del Señor.
¿Cuánto dura el entrenamiento?
Depende del propósito que Dios tiene contigo. Algunos procesos duran semanas, otros años. Lo importante no es la duración, sino tu disposición a ser moldeado. Recuerda que aún Jesús fue preparado antes de iniciar su ministerio público.